La cría de tapir de Schleich® Wild Life recuerda un poco a una sandía por su pelaje. ¿Lo ves? Pero este bonito animal no solo tiene aspecto de sandía, sino que además le gusta comérselas. Y si es grande, mucho mejor. Cuando alcanza la edad adulta, puede recostarse fácilmente sobre los árboles y derribarlos gracias a su peso, para llegar así también a las frutas más altas. ¡Ñam, ñam!